"Cura sana, cura sana,
si no cura hoy
curará mañana"
-popular-
¿Recuerdas cuando te hiciste esa herida en la rodilla o estabas llorando por el daño que te hiciste al darte un coscorrón, y mamá o papá pronunciaron estas palabras acompañadas de un beso y, como por arte de magia, todo pasó?.
Era increíble cómo podían curar con esas simples palabras y ese gesto; cómo podían hacer que pasáramos de sentirnos fatal a dar brincos y volver a jugar "más alegres que unas pascuas".
El poder de las palabras es increíble.
Esta semana aprovechando que, en el curso de "Educación perinatal con hipnoparto" (Parto positivo) que estoy haciendo, tratamos el módulo del lenguaje y el poder de las palabras, he recuperado y vuelto a leer el libro "Tocar con palabras" (Enric Lladó. Ed. Kolima books).
Como dice Enric Lladó, "las palabras no son solo una herramienta para describir la realidad (...), sino que tienen un gran poder generativo. Tus palabras generan y transforman la realidad en la mente de tus interlocutores".
Las palabras pueden curar o pueden matar.
Va a depender de cómo las utilices, en qué contexto y con qué intención y, sobre todo, qué emociones produzcas en la persona a la que te diriges.
¿Y sabes quien es la 1º persona a la que hablas?
Tú misma.
¿Te sueles parar a escucharte?
¿Cómo te hace sentir lo que te dices?
¿Qué emociones reconoces en ti cuando te hablas?
Verás, las palabras que te dices y cómo te las dices (el mensaje que te das a ti misma), crea tu experiencia interior y esta da lugar a una emoción.
¿Sabes qué es una emoción? simplemente una sensación que se siente en el cuerpo (es una respuesta fisiológica corporal) que te conduce a la acción en una determinada dirección (e-movere: mover de/desde, desalojar de un sitio, hacer mover).
Desde tu embarazo ya tu bebé puede sentir tus emociones, puede sentir esos cambios o respuestas en tu cuerpo. Probablemente hayas oido o leído acerca de la fusión emocional madre-hijo (pero de esto te hablaré en otro momento).
Por eso es tan importante que cuides tus palabras, que tu lenguaje sea en positivo, que te hables bien, que seas amable contigo misma, que te ames, ya que todo eso es lo que vas a comunicar y regalar a tu hijo consciente e inconscientemente.
Y ¿sabes una cosa?
Hay buenas noticias: tienes herramientas para poder hacerlo.
Donde pones tu atención, pones tu energía.
En ocasiones, se trata más de crear nuevos pensamientos, nuevas creencias, nuevas rutas y poner tu atención en ellas, más que de eliminar la huella de tus pensamientos o de tus creencias "negativas" que acabaran disolviéndose solas de no utilizarlas.
Si paras, te escuchas, y decides utilizar palabras poderosas que te hagan sentir bien, que eleven tu vibración, lograrás reconocer la diosa que hay en ti, creadora y nutridora de vida.
Para lograrlo puedes crear y repetir tus propias afirmaciones positivas, mantras o anclajes.
Otro punto que me parece también a tener en cuenta si estás embarazada o si ya eres mamá, es darte cuenta de lo que te rodea.
Verás por qué te digo esto.
El lenguaje es energía. Es vibración.
Si las palabras que te envuelven, ya no las tuyas sino las de las personas que te rodean, no te hacen sentir bien y te generan emociones de baja vibración (miedo, enfado, tristeza, rechazo...) también eso lo va a percibir tu bebé.
Encuentra personas con las que te sientas bien, con las que conectes y te hagan sentir cuidada, porque así será también la conexión y comunicación con tu hijo (de alegría, serenidad, confianza..).
En los círculos de maternidad holística Ser mamá y en los cursos de educación perinatal con hipnoparto aprendemos a utilizar un lenguaje amable, respetuoso y de amor, hacia nosotras mismas y hacia nuestros bebés y compartimos ese mismo lenguaje con otras mamás y sus bebés.
Recuerda:
Acaríciate con tus palabras con la misma suavidad y dulzura que acaricias a tu bebé a través de tu piel.
PD. Me encantaría conocer qué poder le das tú a las palabras.
PD. Si quieres participar en los "círculos maternales Ser Mamá" o estás interesada en la formación de "educación perinatal con hipnoparto", pregúntame.
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